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lunes, 26 de septiembre de 2016

EDUARDO SANGUINETTI - ARTÍCULOS / OPINIÓN

Eduardo Sanguinetti

La eminente periodista mexicana, Celeste Sáenz de Miera, entrevista al filósofo y poeta argentino Eduardo Sanguinetti - Sep 30 - 2016 -  ABC Radio 760AM México D.F. 


Entrevista de la eminente periodista mexicana, Celeste Sáenz de Miera, al filósofo y poeta argentino Eduardo Sanguinetti, en el programa “Voces Del Periodista”, en su emisión del 10 de mayo de 2016, transmitido por ABC Radio 760 a.m. México.
En este programa, se abordan todos los temas que hacen al devenir del mundo, en lo político, social y cultural.
Las convicciones solo resultan creíbles cuando se fundan en una trayectoria y tanto la periodista Celeste Sáenz de Miera, como el entrevistado, el filósofo Eduardo Sanguinetti, se asimilan en sus vastas y honorables trayectorias, como para manifestarse en verdad y libertad, sin temor a las amenazas, que ambos, en su tarea de jamás ser negociables, se ven expuestos, ante las mafias enquistadas en el poder político… no ignoran jamás que el riesgo al silencio es infinitamente mayor que el riesgo de la palabra, que no debe desaparecer en su función vital de “decir algo”, a pesar de todos los obstáculos y riesgos que ello implica en este mundo, violentamente afectivo el asumir dicha función en este momento crítico, en la historia del mundo, es de vital importancia, pues, asumen el riesgo.




"El camino del miedo" septiembre 26, 2016 -  Por Eduardo Sanguinetti, Filósofo y poeta argentino


Mauricio Macri, que coincide con el “hombre-masa” de Ortega, despreocupado de todo aquello que no afecta directamente su vida privada, blindada, “por si las moscas”, que se siente con el derecho de disfrutar de todos los privilegios, pero se muestra tremendamente ingrato ante todo aquello que los ha hecho posibles. Con psicología del infante, para quien todos son derechos y ninguna obligación… este presidente, un “mesías-masa” que se somete al sacrificio de su consagración, que adquiere legitimación en el éxito, mientras el éxito se legitima en él… frívolo en sus formas y dogmático en sus actitudes.
No escribiré de los desaciertos en su vacua y confrontativa gestión de ¿gobierno?, con libreto cocinado en usina de inteligencia vernácula, ni hablaré de su labor como Intendente de la Ciudad de Buenos Aires, tampoco de su pasado fraguado en pasquines semanales de la prensa amarilla. Ahora bien, el ciudadano incauto frente a promesas de campaña electoral, debería haber adivinado en qué le mentía, había demasiado archivo para revisar e investigar, acerca de la vida de este presidente y sus negocios con dictaduras y personajes espantosos de la fauna financiera local… un delirio megalómano e insano, a los ojos de quienes escribimos acerca de la historia del presente, tan desgastada en su relación con la verdad.
El argentino no tiene en el presente, ni siquiera un espacio para imaginar su identidad, ante el desparpajo de quienes dictan sobre nuestras existencias, y logran rescribir por decreto, nuevamente una historia de la cultura argentina, hecha y deshecha en infinidad de intentos, de encontrar la medida, un lugar donde instalar a los innombrables, elevados a categoría de dioses del Olimpo de Chatarra.
No es cuestión de embellecer lo abominable, de ocultar la miseria en que se debate este gobierno, de desodorizar el hedor y olor pestilente de este tiempo: “No se trata de purificar este sistema sino de transformarlo”… no tengo dudas: Mauricio Macri, no lo hará.
Nunca hubo tantos informantes, simulando operar como periodistas, devenidos en practicantes de investigadores de “causas difusas”… nunca, hubo tan poco periodismo, en acto de informar lo que realmente debe publicarse o denunciar.
Lanzar un trascendido, que toma carácter de evidencia en clero secular de los medios corporativistas y fabuladores, con línea editorial, bajada desde el gobierno, es norma y regla, de este periodismo “amarillo cadmio”… realmente da “asco”, es “grosero”, “difamante” para lo que en la historia ha significado el periodismo, hoy ausente en su carácter de informar, en su esencia de decir la verdad, de comunicar… el miedo y el afán de llenar los bolsillos profundos, hacen soportar a estos Judas, modelo tercer milenio, en negociados fáusticos… tanto que esconder, tanto que ocultar, por miedo, por cobardía, por traición.
Sin dudas el más inmenso y potente de los sentimientos, el más degradante y destructivo, el que ha generado más desastres a lo largo de la historia de la humanidad: el miedo.
En el espacio de la política, el miedo, no es propiedad de las dictaduras, sino parte de cualquier relación de dominación, incluso de una democrática… saber articular el miedo, es un poderoso recurso del poder.
La construcción de la historia, escrita con “miedo”, desdibujará lo realmente acontecido y lo por acontecer en el devenir de la humanidad… el “miedo” es la proyección de todas las miserias que se prolongan a lo largo de siglos… el “miedo” en calidad de deidad supremaanima los actos de los pueblos… el “miedo” hacia lo conocido, lo desconocido, fuera de espacio y tiempo: una ficción… el “miedo”, que hace que los peores dicten en nuestras vidas: un genocidio…
Los poderes, políticos, empresariales, mediáticos, con la consigna de instalar “miedo” en el espacio de nuestras naciones, apelan al estado de “inseguridad” en que vivimos: ¿Inseguridad? Espectáculo ultramediático, instalado por el poder para potencializar el “miedo” que convive con el ciudadano, en una existencia humillante y degradante…
Al ciudadano argentino, que transita hoy un tiempo de sojuzgamiento, hambreado y con la libertad de expresión acotada, sólo puedo decirle, que se levante encima de la media y haga valer todos sus derechos de los que debe gozar, no sufrir, y los ponga en acto, pues estamos en Estado de Derecho, ¿o no es así?… ¿Qué esperamos para instalar el debate en nuestra comunidad? Y lo hago extensivo a todas las naciones de nuestra Latinoamérica, donde los derechos humanos tan proclamados y tan poco aplicados, se lucen por su ausencia.
La vida en Latinoamérica tan limitada en sus fines e ideales, solo sigue fórmulas ya perimidas, huyendo de la confrontación de ideas; pareciera condenada a políticas neocoloniales, de sumisión y entrega… destruyendo vidas y rutinas, de pueblos, con “miedo”.
No nos engañemos, repensar, Argentina, o toda Latinoamérica, y porque no, el mundo, significa establecer un diálogo con la “falsa modestia”, en fin, los pueblos, con su “miedo” a cuestas, no aprenden a juzgarse ni tan ruda nitan duramente, sólo su cobardía… es “miedo” al “miedo”, los que llevan a las personas a entregar su libertad, por un cautiverio en ¿seguridad?
No nos convirtamos en víctimas, fracasados, cobardes, en la economía de nuestros propios recursos en acción y discursos, marcando el trayecto de una historia, la de nuestro tiempo, que se debate entre utopías y derrotas, entre voces, silencio y “miedo”.



Eduardo Sanguinetti nació en Buenos Aires. Doctorado en Filosofía en la Universidad de Cambridge. Filósofo, poeta y artista argentino ha incursionado en la filosofía, la poesía, las artes visuales, la performance, LandArt 

(https://mediosinformaticosalumnos.wordpress.com/escultores/andy-goldsworthy/tendencias/,http://en.wikipedia.org/wiki/Land_arthttp://mediosinformaticosalumnos.wordpress.com/escultores/andy-goldsworthy/tendencias/),

la ecología cultural, la música minimalista, el periodismo, el cine y el teatro. Su participación en la pedagogía y la ecología, quedan de manifiesto en los ensayos “Pedagogía de Unidad en Síntesis” y “Ecología de la Mente”, puesto en acto en Río de Janeiro y Nairobi, en el año 2000, hasta la fecha, consiste en”ser, para hacer”.

http://www.lr21.com.uy/editorial/239255-una-ecologia-de-la-mente,http://www.ticovision.com/cgi-bin/index.cgi?action=printtopic&id=14387,http://www.rebelion.org/noticia.php?id=183844


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Domingo, 25 de septiembre de 2016 - “Final en forma ordenada” - Por Eduardo Sanguinetti, filósofo argentino.




Quizás estimados lectores les agradaría que no haya escrito este Editorial a modo de Réquiem o tal vez coincidan en sus términos, pero no puedo dejar de hacer mención del poder de las bestias, de la justicia criminal, de la avidez burguesa, de la cobardía de los pueblos, de la hipocresía e inutilidad de organismos internacionales que sarcásticamente “bregan por la paz” y “la igualdad de derechos de los hombres”, de la genuflexión de las corporaciones periodísticas del mundo y de los intelectuales esclavos, que impulsan y justifican el estado de guerra concreto y virtual permanente, instalado en este pobre planeta globalizado y caótico.
Quisiera agregar además que la humanidad se está cocinando un porvenir con los miembros paralizados, los nervios destrozados y la cabeza congelada.
Hago mención también de la ley utilizada por los poderes cual corteza que legitima delitos, las neuralgias sociopolíticas. ¡Ah! y no olvido a los distribuidores de premios, en nombre de la simulada hermandad de todos los hombres: academias escleróticas instaladas para justificar la ubicuidad de ausencia de sentido vital en este mundo que ya no se comprende.
¿O bien debo hacer una apología de mesías inversos? O dedicar unas palabras a presidentes offshore, a los mercaderes de armamentos y de drogas, a las top models como mercadería de intercambio de la imagen de la actualidad, a los notorios periodistas negociables que llegan a la noticia cuando todo ha pasado o simplemente la inventan, a los empresarios que se legitiman en la estafa, a la irreflexión y la bajeza, a la vejez como horror ejemplar, al suicidio de los pueblos.
No hago más que arrojar algunas palabras: aislamiento, genocidio, degeneración, vulgaridad, prostitución… Hago hincapié en el espectáculo de la existencia que un día en un solo instante, en el instante decisivo, arrojará al hombre al espejo que ya no reflejará su imagen.
¡Horror!: una humanidad cómplice y cobarde, hombres que consumen toda la basura que se les ofrece, mandarines y mandaderos, con la pobreza de sus necesidades.
Criaturas de la degradación, criaturas de la agonía, todo es claro, nada comprenden.
La resurrección de dioses y demonios crece cuanto crece la incertidumbre. En ella afloran al mismo ritmo todo tipo de creencias y descreencias, que crecen en su propio ocultamiento, del mismo modo que los desastres ecológicos, la extensión de un apocalipsis, se sustenta en siglos y siglos de valores que contemplan y predestinan holocaustos cotidianos, frente a los que la indolencia de esta civilización, que descree lo que supone superado, convirtiéndose en cómplice de los delitos que se perpetran minuto a minuto, en nombre del entendimiento y el ensimismamiento de la diferencia en relación.
Una situación de bajas defensas perfecta para el advenimiento de todo tipo de nostalgias de disciplina o de obsesión de diferencia: abierto el estado de cosas a fundamentalismos, racismos, academicismos y mesianismos camuflados de progreso… de huidas hacia atrás o hacia delante, en naturaleza, cultura y vida.
Así pasan los días y las horas se convierten en asuntos negociables, todo tiene valor en moneda. El mercantilismo impuso su sustancia, sentenciada la calle por el prostíbulo político que promueve a sus “héroes” en la pantalla chica… o tal vez en las denominadas redes sociales.
Hay demasiados muertos sin vigencia y la vida guiña su ojo económico donde la mesa de enlace nunca consigue desenlace.
En medio del drama hay numerosos premios. La gente dice estupideces en 3D: un imbécil, un candidato, una clave… qué importa, adoran la justicia cuando está de su mano.
Previsible final a todo celuloide, donde las campañas políticas las impulsan dobles prestigiosos de un circo mediático de consecuencias imprevisibles para la salud mental de un pueblo que baja la cabeza. La verdad fue violada en toda su evidencia, ¿no es razón suficiente?
La realidad se transformó en sujeto del destino, mientras el sujeto es apenas su objeto: absoluta crisis de lo absoluto.

Paralizados en la anarquía de la página, el origen cierra sus puertas, y la tierra de nadie recoge el desperdicio de restos humanos, que respiraron la atmósfera podrida de este tercer milenio.

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